Tengo más de 50 años y estoy pensando empezar a estudiar inglés o recuperarlo, ¿es una locura?
Esta es una de las dudas con la que se encuentran algunos de nuestros estudiantes cuando entran por la puerta de la academia, pero se trata más bien de miedos, etiquetas y barreras que nos ponemos nosotros mismos.
Estudiar un idioma en edades avanzadas reviste numerosas ventajas frente a hacerlo en otras etapas de la vida:
- Estudias porque te apetece, nadie te fuerza, eso implica poder disfrutar del viaje, no tener ningún estrés, tú te impones tus metas, eliges cuánto tiempo le dedicas.
- Al hacerlo por placer, dejamos la competitividad fuera, cada estudiante se centra en su camino.
- Tienes más tiempo libre para dedicarte a lo que te gusta.
- Conoces gente nueva, con la que vas a compartir metas, pero, además recuerdos y experiencias, ya que pertenecen a tu misma generación.
- A lo largo de tu vida has aprendido un amplio abanico de vocabulario diferente y has tenido experiencias distintas que te permiten entender mejor los matices y situaciones que se pueden presentar en otro idioma.
- Estudiar idiomas es una de las actividades más recomendadas por los neurólogos para mantener el cerebro activo y alejarse de los procesos de envejecimiento cerebral y de patologías neurodegenerativas, ya que ayuda a memorizar, a mantener la mente activa y requiere de cierta rapidez cognitiva, es decir, se practica una gimnasia mental y se incrementa la conexión neuronal.
- Mejora tu oído, ya que vas a escuchas sonidos alejados de los que te resultan familiares y deberás reconocerlos y asimilarlos para ser capaz de repetirlos.
- Aumenta la autoestima al ver los resultados obtenidos.
- Permite conocer otra cultura desde un punto de vista diferente, fuera de lo que se puede encontrar en las redes sociales, en las novelas o en la televisión o el cine.
- Si además te gusta viajar, es una excusa para planear viajes a lugares donde practicar el idioma in situ.
¿Necesitas más razones? Ven a uno de nuestros grupos y compruébalo por ti mismo.